Thursday, January 17, 2008

La Cartografía

Historia de la cartografía
Hay variadas razones para trazar un dibujo: capturar la belleza, representar aquello que no se puede expresar con palabras, administrar mejor aquello que se posee o desea, recrear espacios lejanos, etc. Todas estas razones tan vigentes hoy, son las mismas que inspiraron a las personas a lo largo del tiempo a desarrollar ciencias como la Geografía y la Cartografía. Geografía y Cartografía son ciencias separadas pero complementarias. Sin embargo en el pasado constituyeron una única ciencia, la misma que tuvo por objeto la descripción y el reconocimiento de territorios que eran objeto de exploración y conquista.

Los inicios
Los primeros esbozos de descripción de territorios eran sólo ideas abstractas elaboradas a partir de lo que el dibujante creía o podía representar. El territorio donde el autor vivía y conocía ocupaba el centro del dibujo y representaba realidades y hechos concretos, y a medida que éste se alejaba del centro e incursionaba en territorios desconocidos, el mapa se iba haciendo impreciso. Ya en sus extremos aparecían las tierras prohibidas y los seres monstruosos.

El mapa más antiguo que se ha encontrado hasta ahora, es una placa de barro cocido procedente del sur de Mesopotamia compuesto hacia el año 2500 a.C. Éste representa el valle de un río en una determinada zona del país. En general los mapas babilónicos suelen ser, como los de los egipcios, representaciones de tipo catastral debido a que por tratarse de territorio inundable, las aguas de los ríos podían borrar los límites de las propiedades.

La China
En la China se encuentran representaciones cartográficas desde el siglo V a.C. donde aparece el territorio chino ocupando el centro de un gran continente rodeado por un gran océano exterior con numerosas islas. Estos mapas eran promovidos por la propia administración imperial, tanto para fines administrativos como militares. Así, cuando los misioneros jesuitas, en el siglo XVI, iniciaron la publicación del mapa de China, encontraron un material abundante para su preparación.

Los Incas
El Estado Inca -a decir de los cronistas españoles- dividían su territorio en cuatro cuadrantes y cada uno representa varios meses del año: El Noreste (llamado "montaña" por los cronistas españoles) corresponde a la parte amazónica, la cual consideraban salvaje. El Suroeste es la tierra de los "antepasados", a la cual tienen gran respeto. El Noroeste y el Sureste está ocupado por los incas; y en el centro se encuentra el templo del Sol del Cuzco, desde donde parten una serie de caminos. La cultura Inca del Perú considera mapas en relieve (maquetas), hechas de lodo. Se conocen maquetas de la ciudad de Cuzco y del pueblo de Muyna.

Los griegos
Fueron sin embargo los griegos desde el siglo V a.C. los que establecieron criterios matemáticos que otorgaron una gran credibilidad a la representación de territorios. En el puerto de Mileto se acopiaba información sobre tierras lejanas alcanzadas por mercaderes, de igual forma Herodoto viajó a tierras lejanas y las registró para la historia. Pero el mayor logro lo conseguiría Eratóstenes “el padre de la geografía”, quien en el siglo III a. de C. y a partir de cálculos indirectos aproximó con extrema certeza la totalidad de la circunferencia del planeta, todo ello a partir de la longitud de las sombras que el Sol generaba en estacas verticales ubicadas en distintos territorios de la antigua Grecia. Tampoco debemos olvidar a Hiparco, quien creó el enmallado de paralelos y meridianos que hasta el día de hoy usamos. Finalmente Ptolomeo concibió el ahora llamado Universo Ptolomeico en donde la Tierra aparece como el centro del Universo y en torno al cual giran el Sol, la luna y otros planetas. Esta visión del universo tuvo una vigencia de casi 1800 años.

El Medioevo
Con la caída del Imperio Romano el conocimiento heredado del mundo griego se interrumpió. Una nueva visión religiosa en la que la Tierra se representaba ahora, de forma circular, con los tres continentes y un mar en forma de T entre ellos, que se derivaba directamente del "Orbis Terrarum" de los romanos con algunas variaciones. En estas representaciones Jerusalén y el paraíso terrenal aparecían en el centro. Normalmente el mar mediterráneo, el río Nilo y el Mar Negro separaban a los tres continentes conocidos: Europa, Asia y África. Demás está decir que la precisión de estos mapas era mínima y su utilidad era meramente simbólica.

Los árabes
La expansión del Impero Árabe a los territorios del cercano oriente y a al sur de la Europa griega desde el siglo VIII les permitió heredar muchos de los conocimientos helenísticos. Ello sumado a un profundo conocimiento de las matemáticas conllevó a que el desarrollo de la cartografía árabe fuera hasta el siglo XIII muy superior a lo que en Europa se practicaba.
Más aún, los árabes fueron los herederos naturales de muchos de los conocimientos del mundo chino. La sistematización de dicha información sumada a los trabajos de viajeros como Ibn Batuta y Al Idrisi permitió desarrollar información gráfica muy precisa que sobrepasaba en siglos el conocimiento estancado de Europa en el medioevo

Europa y Los portulanos
Aunque los más antiguos portulanos datan del siglo XIII, el uso generalizado de éstos se da al siglo XIV. Su aparición fue consecuencia del traslado a una carta náutica de los llamados libros portulanos o registros donde se anotaban los rumbos tomados con la brújula entre los puertos del Mediterráneo. Los centros donde aparecieron por primera vez fueron Mallorca, Génova y Venecia, siendo los primeros autores conocidos Petrus Vesconte (carta de 1311) y Angelino Dulcert (1339). Uno de los más fecundos fue Joan Martines (1556-1591), cartógrafo de origen catalán que trabajó en Mesina y Nápoles tras recibir el título de cosmógrafo real por orden de Felipe II, y que publicó algo más de 30 atlas. En ellos incorporó los últimos descubrimientos realizados por españoles y portugueses. Los portulanos sobrepasaron por primera vez en exactitud a la cartografía que provenía de Arabia.

La edad moderna
Con los aportes científicos y el descubrimiento de nuevas tierras la visión del mundo cambió de manera radical. La Tierra se hizo finita, de forma esférica, circunnavegable y había que añadir dos nuevos mundos a los ya conocidos: La América y la Antártida o Terra Incognita. Con un mundo más vasto surgieron tres imperativos: nuevos territorios para conquistar, la mejora de la calidad de la información y la mejor presentación visual de los mapas.
Todo ello conllevó también a tres escenarios: en primer lugar la creación de centros de estudios náuticos y cartográficos (entre ellos la Casa de Sevilla y la Casa de Lisboa), en segundo lugar un fuerte impulso a las expediciones de los siglos XVI, XVII y XVIII con el descubrimiento de nuevos territorios y la urgente necesidad de conocer la exacta medida de la esfera de la Tierra que culminó con las expediciones a Laponia y Perú en 1735 y que permitió elaborar la triangulación geodésica más extensa hasta aquel entonces. Estas mediciones confirmaron lo que ya Newton había pronosticado años antes a partir de ecuaciones teóricas: la Tierra no era esférica, tenía una forma esfero-geoidal, es decir era achatada en el Ecuador.
Finalmente la representación cartográfica tuvo ante sí el mayor drama imaginable: la imposibilidad de trasladar de manera exacta un mundo de tres dimensiones a un papel de dos dimensiones (recordemos hasta pocos años antes que se creía que el mundo era plano). Ello impulsó el espíritu creativo de cartógrafos. Ya siglos antes Gerhard Mercator había ideado proyectar la esfera terrestre en un cilindro envolvente tangente al ecuador de dicha esfera. El resultado fue la famosa Proyección Mercator utilizada por muchos hasta nuestros días en las que los meridianos aparecen como líneas verticales y los paralelos como líneas horizontales.

Los tiempos actualesSin más territorios que conquistar, la cartografía y geografía de nuestros días tienen otro objetivo más trascendente: el servir como una herramienta para la toma de decisiones. La cartografía ha dejado de ser una técnica para levantar información y se ha convertido en una ciencia que permite compartir información actual, veraz y útil dirigida a aquellas personas que tienen por responsabilidad la adecuada organización del espacio. Por ello el día de hoy disponemos de una abundante y variada cartografía temática en diferentes áreas: climas, demografía, suelos, salud, mineralogía y muchas otras áreas tan vastas como el conocimiento y la curiosidad del ser humano

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